MI PRIMER DESENGAÑO
De San Marcos recuerdo cierto día
con su fuego, los chopos frente al río;
año noventa y ocho, aún sonrío,
era una tarde noche un poco fría.
Año noventa y nueve que porfía,
que fue por Navidad formado el lío;
por eso de las musas no me fío
que comprobó si acaso la quería.
Entonces yo tenía una arrogancia
con un porte quizás de caballero
lo demás carecía de importancia.
Ella, preciosa, para ser sincero
con toda su belleza y elegancia
solamente pensaba en el dinero.
José Luis Guillén Lanzas, 23 Diciembre 2016.
http://www.safecreative.org/work/1612230173547