383. MEMORIA DE UN MIÉRCOLES CUALQUIERA
Me enseñó de su suéter el letrero
en Campillos que estudia en Antequera;
y se burló de mí a su manera
esta joven al ver que estoy soltero.
Antiguamente, al ser un mal torero,
este gran semental y calavera;
no dudaba en quitarse la montera
marcando taleguilla en el albero.
Morena de sonrisa desatada
con su pelo que está recién lavado
que jamás me dirige la mirada.
Antes de general yo fui soldado
y sé que tu sonrisa dibujada
juega en tu labio rojo inmaculado.
José Luis Guillén Lanzas, 8 Noviembre 2019