506. LA INGLESA
Con esas veintipocas primaveras
esa preciosa rubia y llave inglesa
con esos dos ojazos de princesa
y ese temible juego de caderas.
Me gustas demasiado, me aceleras,
quiero probar tu boca de frambuesa
e imprimirme en tu labio vampiresa
cuando te dé la gana o lo prefieras.
Del fútbol o derrota no vi nada
que el Bayern le infligió al Barcelona
mirando su blancura desatada.
Y tampoco pensaba en la Corona,
ni siquiera en la formación morada,
en la plaza sentado en mi poltrona.
José Luis Guillén Lanzas, 2020-08-15