508. SONETO PARA IRIA
Es tan fácil hacer un buen soneto,
después de que tus ojos glaucos nena
me miren en el Louvre de Lucena
descubriendo su verde por completo.
Eres preciosa y no es ningún secreto
tampoco que me gustas tan morena
porque sé que se esparce tu melena
con la más pura libertad y asueto.
Me marché sin probar la comisura
de tus labios de rojos infinita
que dibuja carmín y donosura.
Desnudos tus zarcillos de perlita,
ajustado el vestido a tu figura,
jamás he visto joven más bonita.
José Luis Guillén Lanzas, 2020-08-16
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