MAL DE AMORES


Si en los ojos tiene miedo
y en su cara la belleza,
ella por naturaleza
ya no ignora cuando juego.
Se disculpa con un ruego
que siempre va por delante
femenina y elegante.
Esta vida es tan injusta,
como me gusta se asusta
y permanece distante.

Tu decisión la respeto
y si el maldito destino
te aparta de mi camino
jamás sabrás un secreto.
En adelante prometo
no buscarte la mirada,
decir o escribirte nada,
ser mudable como el viento
y esconder lo que yo siento
si no estás enamorada.

Si tienes tú mal de amores
morena tengo la cura.
Si sufres tú de amargura
olvida tus sinsabores.
Se aliviarán tus dolores
el día que tú me quieras.
Preciosa a ver si te enteras
cuando estés enamorada
me dirás con la mirada:
«si me quieres a qué esperas».[1]

[1]José Luis Guillén Lanzas, 16 Abril 2014.

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